Cuando hablamos de arte lo primero que se nos viene a la mente son lapices, pintura y un lienzo en blanco, sin embargo, luego de esta experiencia con el arte vitral hemos extendido nuestro concepto.
Antes de comenzar a relatar lo sucedido empecemos definiendo, ¿qué es el arte vitral?
El término francés vitrail llegó al castellano como vitral. Se trata de un sustantivo que alude a una vidriera que exhibe diferentes colores. Un vitral es un motivo decorativo hecho de trozos de vidrio coloreado, los cuales son encastrados normalmente con varillas de plomo para su sujeción.
Sin embargo, el taller no consistía sobre el arte vitral puro, si no en una técnica conocida como "Falso vitral" la cual consiste en crear composiciones policromadas en vidrio sin la necesidad de recurrir a varillas de plomo.
En el falso vitral no se requieren piezas de vidrio, solo se necesitan una lamina lisa y limpia sobre la cual pintar. En el taller se utilizaron materiales como cemento para delinear los dibujos y pintura para rellenar las formas e ir creando el efecto vitral.
El 30 de Junio del año en curso, el Centro Cultural Pablo Antonio Cuadra realizó un taller de arte vitral, al cual previamente se hubo realizado la convocatoria a través de las redes sociales.
Fueron 15 personas las reunidas ese día, habiendo de todo en el público. Un punto que hay que destacar es que todas eramos mujeres, en su gran parte señoras mayores y solo tres jóvenes incluyéndome.
Desde personas que en su vida habían tenido experiencia alguna con el arte en general, hasta personas ya experimentadas, el taller inició con la orientación de dibujar lo que uno quisiera. Los lapices fueron tomados y cada mujer se enfrascó en su dibujo, habiendo desde pájaros y peces, hasta leones y paisajes.
Claro que no todas poseíamos habilidad en el dibujo, sin embargo, muchas de las compañeras de taller expresaron que no iban tanto por demostrar ser las mejores, si no por disfrutar, tener una tarde libre y claro, aprender cosas nuevas.
En general no habían muchos dibujos que se considerarían "buenos" pero a modo de defensa, sus autoras mencionaban que importaba más el amor al arte que la estética, punto que me pareció muy interesante ya que pese a que los dibujos no salían a como ellas querían no decaían sus ánimos y se mantenían con amplias sonrisas mientras perfilaban y mejoraban sus bocetos.
Se utilizó cemento para delinear el dibujo y luego pintura para rellenar; todo siendo cuidadosamente realizado y vigilado por la instructora que ayudaba siempre que veía dificultades.
Al terminar de rellenar los dibujos, se orientó dejarlo reposar por un día entero para que pudiera secarse y así lograr tener el efecto deseado. No hubieron obras estructurales, casi todas estaban aprendiendo aún así todas se fueron satisfechas y orgullosas de sí mismas, porque no lo veían como un reto, si no como una manera de salir de la rutina y experimentar nuevas cosas.
El taller terminó con la promesa de parte de sus asistentes de regresar otra vez, tal vez no a otro taller de arte vitral pero sí a futuras actividades.
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